Veo como está por doquier y se camufla con finura maestra. Sin lugar a adudas utiliza su poder inconmensurable, colocando en una posición, muy por sobre nuestras aspiraciones, sus prerrogativas loables y pragmáticas; sin embargo, quienes integran sus hustes no me dejarán transitar.
Espero de usted, señor, condescendencia para con mis lineamientos, direcciones y metas. Asegurándole que si ve en mí mucha debilidad, no seré capaz de hacerlo parte.
Un placer creer que me comunico con usted y dejarle en claro mi posición.
Atte.
HSQO
jueves, agosto 10, 2006
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